sábado, mayo 09, 2009

Desde la Fuga



Fuga 1

El sonido de tu caminar
se me escapa por la habitación.
Hay una oscuridad tremenda
que se abre hacia el vacío,
hacia el vértigo de mi cuerpo
que sueña con tu no-huída.
Las sábanas-témpanos
huelen a tu sudor,
al perfume de tu carne sencilla;
tantas veces ha rodado
tu ombligo por ellas…
¿Qué se hace
con una habitación a oscuras,
con el frío que asecha cortante,
con el recuerdo de tu ombligo
que rueda,
con una sábana que huele a ti?
¿Con tu fuga?

1 comentario:

Anónimo dijo...

No sé qué se hace. Supongo que olfatear las sábanas hasta quitarle el olor; recordar el ombligo viajero y pensar que la fuga es un preludio al próximo encuentro.

Hermano me encantó esto. Especialmente lo de ver el ombligo rodar. Un abrazo.