
con los recuerdos apresurados
que transitan por la noche.
Hay veces que hierve
el deseo,
hay veces qeu es demasiado,
quema, carboniza
descuartiza y eriza.
Hay veces que es tanto
que no me llena
el vestirme de tu piel,
el tragarme tu carne,
el beberme tu sangre.
Yo,
loco en los intentos
del avance
y tú
empeñada en los trucos del freno.
Me llamas de noche,
siempre de noche,
pero hay veces
que yo prefiero el día.
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