domingo, abril 12, 2009

Hace tanto


Hace tanto tiempo que no sé nada. Hace tanto tiempo, que intento perderme en lo oscuro de las sábanas inmensas que arropan al mundo. Hace tanto tiempo busco la fragilidad de las palabras, lo inútil en los caminos de oro, lo agrietado en ciudades de cristal, lo mareado en figuras cuasihumanas que caminan como volando entre la tierra, la realidad y algo indescifrable como los hoyos negros. Hace tanto tiempo, que el tiempo tanto hace nada. Nada en nada es algo que se bate solo
solo
solo
solito.
De repente se parte la tierra en pedazos, se agrieta el deseo fértil, afloran las posibilidades huecas. Hace tanto tiempo que todo se ahueca, que todo se parte, que todo se desinteresa por interesarse en algo. Allá lejos el azul, un alto azor que vuela sin pretensiones, un azor que se vuela a sí mismo, sangrándose plumas y letras. Y qué le sigue. Una manipulación ondulada en el vacío de las cosas. Vacío y cosas, lo mismo que la mismísima nada. Eso, los disparates poéticos a los que se aspira. Y qué se hace después, removerse en lo inventado, en lo gramáticamente correcto, incorrecto, inventado, fabulado. Tanto ecto recto tado ado, a do a ta do. Hace tanto tiempo que intento construir, y qué sale. Se pierde hacia el fondo subido, hacia los lados martillados y blancos. Hace tanto tiempo que no sé nada, que no sé como decirlo.

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