martes, mayo 27, 2008

Desahogo #1



La separación es dolorosa. Ahora no encuentro la forma de despertar con una sonrisa en la mañana, o incluso el mero hecho de despertar me causa una pesada carga existencialista. ¿A dónde se fue? ¿Qué estará haciendo? ¿Cómo le irá? ¿Qué hago? No hay respuesta, son preguntas retóricas como diría una profesora mía. Duele un corazón que palpita una sangre congestionada de recuerdos, de vivencias y de exitantes aventuras. No vale mencionarlas, sólo abriría más la herida, esa brecha profunda que pronto será atacada por fibroblastos y quien sabe qué otro invento científico para explicar cosas que no tienen explicación. Pero si hay que hablar con acercamientos, escribir eso que duele, he aprendido que la escritura sirve de catarsis. Realmente es liberadora. Ahora, dos amantes se separan por el destino. La única fuente de comunicación ha desaparecido. Sólo me queda decir, que la mancha de su sombra queda amarrada a mis pupilas, tengo que ver cómo suelto ese nudo.

1 comentario:

Ana María Fuster Lavin dijo...

suelta ese nudo de las sensaciones... excelente mi hermano