martes, abril 28, 2009

Fotos del Taller con Fernando Iwasaki

Otorgando su autógrafo

En una charla después del taller

Con la dramaturga y héroe de mi infancia...
José H. Cáez-Romero y Tere Marichal
(María Chuzema)

Maira Landa y Awilda Cáez

Parte del grupo
Con el amor de mi vida, (José H. Cáez-Romero y Mayra Santos-Febres),
disculpa Iván Thays, pero yo la veo más veces que tú!






sábado, abril 25, 2009

Mi vida es un cuento breve de Iwasaki

Maira Landa (propietaria del hermoso apartamento), Manuel Febres y la espontánea Mayra

Con mi prima
José H. Cáez-Romero y Awilda Cáez


Con la hermosa poeta
José H. Cáez-Romero y Ana Istarú

La foto familiar

Con el "master jedi" del cuento breve,
José H. Cáez-Romero y Fernando Iwasaki

De verdad que Salón Literario Libroamérica se está comiendo el dulce con los quehaceres culturales en este país. Mayra Santos-Febres se ha dado a la tarea de rescatar la cultura en nuestra isla y de qué manera. Se ha traido a cuanto escritor latinoamericano existe a dar talleres para los escritores del patio y para los que en algún momento aspiramos a serlo; algunos auspiciados por la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, otros, por el Salón Libroamérica. Esta vez, trajo al escritor peruano Fernando Iwasaki, master jedi en los cuentos breves. Los que pudimos asistir a este taller aprendimos infinitas cosas sobre la composición de microcuentos. Por mi parte pude entender que la poesía no me deja, el mismo Iwasaki me dijo que tenía una "comunión" exclusiva con este arte. Hombre, que me he quedao sin palabras. Aún así, sigo insistiendo y debo trabajar más los aspectos narrativos, lo sé. Por otra parte, estos talleres nos abren al conocimiento de otros "famosos" talleristas. Ahí pude conocer por fin a mi prima lejana, pero prima al fin, Awilda Cáez, quien ganó hace poco el certamen Intrauniversitario de Literatura UPR; también a Tere Marichal, de quien realicé uno de sus más oscuros monólogos hace unos años y quien fuera mi héroe infantil, etc. Por otro lado, conocí a la poeta Ana Istarú, una mujer guapísima y genuina, que me dejó prendado de sus historias y su gusto por estar en la isla. Creo que Puerto Rico está empezando a sonar fuertemente afuera otra vez. Estos diálogos nos exponen, y qué bueno que suceda en una época caótica como esta...

domingo, abril 12, 2009

Hace tanto


Hace tanto tiempo que no sé nada. Hace tanto tiempo, que intento perderme en lo oscuro de las sábanas inmensas que arropan al mundo. Hace tanto tiempo busco la fragilidad de las palabras, lo inútil en los caminos de oro, lo agrietado en ciudades de cristal, lo mareado en figuras cuasihumanas que caminan como volando entre la tierra, la realidad y algo indescifrable como los hoyos negros. Hace tanto tiempo, que el tiempo tanto hace nada. Nada en nada es algo que se bate solo
solo
solo
solito.
De repente se parte la tierra en pedazos, se agrieta el deseo fértil, afloran las posibilidades huecas. Hace tanto tiempo que todo se ahueca, que todo se parte, que todo se desinteresa por interesarse en algo. Allá lejos el azul, un alto azor que vuela sin pretensiones, un azor que se vuela a sí mismo, sangrándose plumas y letras. Y qué le sigue. Una manipulación ondulada en el vacío de las cosas. Vacío y cosas, lo mismo que la mismísima nada. Eso, los disparates poéticos a los que se aspira. Y qué se hace después, removerse en lo inventado, en lo gramáticamente correcto, incorrecto, inventado, fabulado. Tanto ecto recto tado ado, a do a ta do. Hace tanto tiempo que intento construir, y qué sale. Se pierde hacia el fondo subido, hacia los lados martillados y blancos. Hace tanto tiempo que no sé nada, que no sé como decirlo.

Contestación a otro escrito


A los 21
A las 21 primaveras pensó, si era cierto aquello que llaman vida, si era cierto aquello que llaman heridas, recuerdos, soledades interminables y aburridas. Que la nada era un proceso de locos... sería él loco... No hay remedio para las preguntas que necesitan respuestas con experiencia. A las 21 primaveras pensó que si era cierto aquello que llaman algunos futuro...